15 Dic Málaga
El Málaga deja escapar la posibilidad de alejarse de los puestos de descenso pero suma ante un rival directo y evita males mayores en un duelo soso y sin goles
José Criado
Fotos. LaLiga
El Málaga de los miedos, el de la falta de gol o el que tiene una plantilla limitadísima sale vivo del Francisco de al Hera con otro empate a domicilio y sumando ante la adversidad. Sin embargo, es el mismo empate sin goles que ha cosechado el Málaga que venía en línea ascendente, que tenía a Sadiku en racha, que suma tres jornadas sin encajar y que no ha podido doblegar a un equipo en peores circunstancias que las suyas. Dependiendo del cristal con el que lo mire el malaguismo, el punto ante el Extremadura refuerza al equipo o recupera parte de sus incertidumbres. En cualquier caso, otro pasito -corto- para intentar alejarse de la zona de descenso. Eso es innegable.
El día que el Málaga podía dar un zarpazo encima de la mesa y espantar buena parte de sus miedos se quedó a medias. Demostró el equipo de Víctor, una vez más, que tiene empaque y solidez defensiva, pero volvió a adolecer de control y pegada. Vamos, las virtudes y los males de todo el curso resumidos en 90 minutos. De nuevo el Málaga no fue ambicioso en Almendralejo. Regaló la primera mitad y se conformó con el empate en el tramo final. Sólo reanudada la segunda mitad, con la entrada de Renato por un oscuro Benkhemassa, el conjunto blanquiazul -en esta ocasión de rosa- buscó y peleó el triunfo. Pero el gol anulado a Extremadura (70') elevó los miedos y equilibró la balanza.
En el debe malaguista, por lo tanto, sigue esa capacidad de demostrar que es mejor ante equipos sobre los que es mejor. Esto viene a ser como la mujer del César, que no sólo hay que serlo sino que también parecerlo. Y el Málaga aparenta poco porque le cuesta un mundo ganar sus partidos.
Al menos, eso sí, evitó que un rival directo ganase y hasta le adelantase en la clasificación. Está el Málaga creciendo desde la defensa, con todas las virtudes que ello conlleva para el equipo y su consistencia pero también con el duro camino por el desierto para el aficionado. Pocos alcanzarán el éxtasis dejando la portería a cero, pero es la base de todo equipo serio que se precie. Ingrato pero efectivo.
Por eso, con ese poso y esa etiqueta que ha adquirido el Málaga de equipo defensivo también se puede esperar algo más en el ataque. Pero el conjunto blanquiazul sigue limitado en su alegría. Sadiku estuvo desaparecido. Antoñín mostró frescura y osadía en el regate pero imprecisión en el centro y en el disparo. Adrián, apocado. Y Renato, vertical aunque alocado. Juankar o Benkhemassa no mostraron casi nada como para valorar su escasa aportación ofensiva.
Así, el partido arrancó con respeto y con miedos. Ni el Extremadura está para grandes despliegues ni el Málaga, lejos de casa, se permite alegrías. De hecho, no es casualidad que ambos equipos estén peleando por no descender. Imprecisiones, mucho centrocampismo y poco fútbol fueron los ingredientes del partido.
El primer asalto fue azulgrana. Los locales, con unos cuantos córners, llevaron cierto peligro pero sin demasiado trabajo para Munir. Kike Márquez y su guante llevaban el peligro pero estaba vigilado de momento. Un cabezazo de Antoñín, centrado, lo poco reseñable en ataque del Málaga antes de irse a vestuarios.
En la reanudación, Víctor decidió cambiar su apuesta fallida y sentó a Benkhemassa y dio salida a Renato. Un cambio natural ya que el argelino se movió más de lo habitual por la derecha. La entrada del luso, de cualquier forma, fue providencial porque el Málaga comenzó a carburar. Basó su juego ofensivo por la zona del portugués y llevó peligro. Algunos centros, algunas internadas y algunos disparos. El Málaga se hizo acreedor del partido con poquito que exponía
Un remate acrobático de Sadiku o un par de desbordes de Antoñín llevaban pimienta. Pero el gol no llegó. Y el que perdona lo suele pagar. En una acción aislada, con un centro lateral, Nono le ganó el salto a Cifu para rematar de cabeza y meter el gol en la portería de Munir (70'). El colegiado vio falta sobre el lateral malaguista en el salto e invalidó el tanto. No tuvo ni que entrar a actuar el VAR.
Pero esta acción fue un aviso. Entonces el Málaga ya estuvo menos alegre, más controlador y menos ofensivo. Y el Extremadura se zafó del control blanquiazul. Se igualaron las fuerzas y sólo hubo picos de tensión en un cabezazo de Willy -estaba en fuera de juego- que paró magistralmente Munir (85') y en un disparo potente al primer palo de Renato (88') que se marchó por poco.
De ahí al final hubo tiempo para presenciar el debut de Julio, otro canterano más en la nómina de malaguistas este curso. Y para que Luis Hernández se marchase en camilla lesionado. Otro más también. Habrá que espera para ver su evolución aunque de salida no parece problemática.
Finalmente, un punto que mantiene al Málaga dos sobre el descenso y que puede ganar más valor si cierra la primera vuelta con victoria sobre el Lugo el próximo sábado, ante otro rival de la zona baja. Antes, el martes, la Copa ante el Escobedo. Pero eso ya es otra historia...
FICHA TÉCNICA:
+ EXTREMADURA UD: Casto; Fran Cruz (Carlos Valverde, 80'), José Antonio Pardo, Borja Granero; Zarfino, Emmanuel Lomotey, Álex Díez, Ángel Bastos, Kike Márquez (Pastrana, 93'), Óscar Pinchi (Nono, 61') y Willy.
+ MÁLAGA CF: Munir; Cifu, Luis Hernández, Diego González, Mikel Villanueva; Antoñín, Keidi, Benkhemassa (Renato, 46'), Juankar (Juanpi, 57'); Adrián y Sadiku (Julio, 89').
+ ÁRBITRO: Santiago Varón Aceitón (Comité balear). Mostró cartulina amarilla a Luis Hernández (21'), Zarfino (62'), Diego González (74'), Kike Márquez (92'),
+ INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la jornada 20 de la Liga SmartBank. Estadio Francisco de la Hera, ante 3.250 espectadores. Con más de un centenar de aficionados malaguistas en la grada.