01 Sep Málaga
El Málaga da la cara y Stuani se la cruza (1-0)
Una buena versión del conjunto blanquiazul aunque estéril de cara al gol sufre la primera derrota de la temporada merced a un solitario tanto del delantero del Girona
José Criado
Fotos: LaLiga
Caer con dignidad puede ser el peor reconocimiento que puede recibir el Málaga CF este año. De sobra es ya sabida la capacidad que tiene el conjunto de Víctor Sánchez del Amo para dar el doscientos por cien, de mostrar su mejor cara en su peor momento, o para luchar estoico contra los elementos. Pero hay veces que es imposible. Y aunque perdió por la mínima contra el Girona y ofreciendo una magnífica imagen, con estos mimbres posiblemente se repetirá el agasajo este curso más de lo deseado.
Caer en Montilivi y encima por la mínima no es un drama. No lo parece viendo cómo pelea y cómo compite este Málaga. Pero con parches no se puede hacer un traje. Y este Málaga, que lleva ya tres jornadas lleno de retales, aún no sabe si tendrá un frac para intentar ascender o un mono de trabajo para luchar por la permanencia. A expensas de que este lunes se cierre el mercado, los tres partidos disputados hasta la fecha no son un baremo de casi nada. Ni el equipo de Víctor iba a ascender tras ganar en El Sardinero ni tampoco va a descender tras caer en tierras catalanas. Eso sí, hay varios patrones que se han repetido y que el tiempo dirá si son positivos o negativos.
Uno es que este Málaga compite. Da igual que sea Adrián, uno de los veteranos, o Ramón, uno de los últimos en llegar. Saben a lo que juegan, son disciplinados, osados y valientes. Eso es un buen punto de partida en una categoría donde la brega y la entrega viene de casa. Pero hay limitaciones. Al Málaga le falta calidad en los metros finales. Añora un 'killer' y sueña con inscribir, al menos, a los tres jugadores que tiene en casa.
Por eso, la diferencia entre Girona y Málaga en la tarde dominical tuvo nombre y apellidos: Cristhian Stuani. El delantero uruguayo, que se apuntó al partido esta semana tras renovar, es un delantero con galones. Internacional, con cientos de partidos en la elite, con Mundiales en su espalda y con un registro goleador mayúsculo. Él, sólo él, desniveló un partido que era de cero a cero. O de uno a uno. Pero claro, el gol se vende muy caro para los blanquiazules.
El charrúa, con un caché de equipo de Europa League, aterrizó en Montilivi para desnivelar el partido en el 30'. Un pase al hueco de Borja García, un desmarque al espacio y un toque sutil para superar a Munir. Fin. Eso es un delantero, un hombre al que se le caen los goles del bolsillo y de los que hace tiempo que el Málaga no lo tiene en sus filas.
El resto del partido fue paja para rellenar. Una demostración de nuevo encomiable del Málaga, ya que con sus limitaciones se sobrepuso al gol rival e incluso atrincheró al Girona, aspirante serio al ascenso por nombre y por méritos. Pero los goles deciden, dan puntos y alegrías. Y de momento el equipo blanquiazul está triste.
Es cierto que esa diferencia, a día de hoy, puede parecer una cuestión de dinero, aunque también simplemente de hacer las cosas con dos dedos de luces. Habrá que seguir esperando al último esprint del mercado y cruzar mucho y muy fuerte los dedos.
Sobre el verde, de salida, máximo respeto. El Girona es un recién descendido, pero el Málaga no tiene previsto vender nunca barata su piel. El primer acercamiento serio, el primer aviso del partido tardó en llegar. Internada de Marc Gual, pase al segundo palo y Gumbau remata fuera una acción muy clara (17'). La siguiente jugada volvió a encender las alarmas con el mismo modus operandi de internada por la derecha y remate rojiblanco.
Respondió el Málaga. Asomó la “patita” con un par de acercamientos y un córner lanzado por Renato. Pero acabó golpeando primero el Girona. El pase medido de Borja García por dentro para Stuani fue puro caviar y el “hombregol” no falló ante Munir (30'). Fue tan milimétrica la jugada que hasta superó al “infalible” VAR.
El único disparo a puerta de ambos equipos en los primeros 45 minutos acabó en gol, lo que también fue un buen resumen de la primera mitad.
En la segunda cambiaron las tornas. El Girona dio un paso atrás y el Málaga comenzó a crecer. Poco a poco, pero con cierta alegría. El primer disparo a puerta blanquiazul fue un tiro potente de Renato en el 59', seco y abajo que despejó el meta rival. Juanpi, un poco después, también probó fortuna tras pase atrás de Juankar.
Para entonces, el Girona había abierto la puerta al Málaga y le había invitado a entrar en casa y tomarse un té, que estaba lloviendo mucho por tierras catalanas. Un tiró de Hugo, un disparo cruzado de Juanpi y el miedo ya en el cuerpo de los catalanes (70').
Pero el gol no llegaba. Las ocasiones se perdían sin remate o sin acierto. Y el reloj consumió el tiempo sin reacción y sin el ansiado empate. Es entonces cuando más añoras a un delantero, cuando más quieres lo que no tienes. Adrián, encomiable, no es ni será un “killer”. No lo parece Hugo, que tiene otras virtudes. Y ahí se acaba la nómina de atacantes blanquiazules a día de hoy.
La primera derrota del curso deja a la luz los mismos problemas que ya se sabían del Málaga, pero también las mismas virtudes. Este lunes, el partido más importante del verano. A ver si ahí también hay machada en los despachos.
FICHA TÉCNICA:
GIRONA: Juan Carlos; Maffeo, Juanpe, Alcalá, Aday; Álex Gallar (Jairo Izquierdo, 73'), Granell, Borja García (Diamanká, 84'), Gumbau (Jozabed, 64'); Marc Gual y Stuani.
MÁLAGA CF: Munir; Cifu (Keko, 88'), Diego González, Mikel, Juankar; Renato (Pacheco, 68'), Keidi, Boulahroud (Ramón, 68'), Juanpi; Adrián y Hugo.
GOLES: 1-0 (30'): Stuani.
ÁRBITRO: Juan Luis Pulido Santana, (Comité Canario). Mostrtó tarjeta amarilla a Aday (15'), Juankar (25'), Adrián (61'), Maffeo (65'), Juanpe (79'), Keko (91'),
INCIDENCIAS: Jormada 3 de la SmartBank (Segunda División). Estadio de Montilivi, ante 8.765 espectadores
